Prisionero

Preciosa enemiga, me has hecho tu prisionero de una manera muy sorpresiva, pues me cogiste descuidado. Yo esperaba hablar contigo de lo divino y humano, como siempre hacemos, y echarnos unas risas, como es habitual cada vez que nos vemos. Pero tú traías tramado tu salvaje plan ofensivo, bonita guerrillera, y sin previo aviso… Sí,Sigue leyendo «Prisionero»

Entonces

Entonces, cuando no la esperaba, cuando ni siquiera pensaba en ella, vino a mi presencia más bonita que nunca la había visto y, sin otro preámbulo, me dijo: —La pasada noche te soñé y me desperté creyendo que estabas a mi lado, pero no te encontré entre mis sábanas templadas con mi caliente desnudez. AntesSigue leyendo «Entonces»

La princesa burlada

Hubo una vez una princesa llena de hermosura, lisura, gusto y elegancia, sensibilidad e inteligencia, con mucha iniciativa e inventiva, además de ser muy emprendedora en su quehacer diario. Vivía en un edén de gracias y oportunidades que no envidiaba al de los primeros padres de la Humanidad, pues nada le faltaba y todo aSigue leyendo «La princesa burlada»

La princesa y su príncipe azul

En un pétreo bastión, lleno de telarañas y estancias sombrías, vivía una Princesa amorosa de hermosa y explendorosa figura. Hervía en deseos de amor y ser locamente amada, por lo que se embarazaba noche y día con sueños románticos y ardorosas fantasías, porque de amor se moría. En su corazón poseía el sueño de conseguirSigue leyendo «La princesa y su príncipe azul»

Así habló Calíope

Así habló Calíope a Adonis, disputado por Afrodita y Perséfone como el amante ideal deseado por todas la mujeres, varón de perfecto físico, radiante como Apolo, varonil como Hércules, atractivo como Narciso, de azules ojos como la boveda celeste, de cabello dorado como las espigas de trigo y de seductora voz: —He sido elegida porSigue leyendo «Así habló Calíope»

A la princesa encantada que mora en un castillo lejano

Pobrecita Princesa, la de los ojos soñadores bonitos y carita de niña, que estás presa en tus oros regalados, que estás guardada en tus tules envejecidos, que estás prisionera en una fría jaula de mármol de tu palacio desteñido de floración primaveral. Un palacio soberbio que protegen tus guardias, que custodian cien mercenarios con puntiagudasSigue leyendo «A la princesa encantada que mora en un castillo lejano»

Hubo una vez…

Hubo una vez una Princesa locamente enamorada de un aldeano, y su padre, el Rey, la castigó encerrándola en su habitación con siete llaves hasta que renunciara a esa querencia inapropiada por clase social. Ella, fiel a su corazón, no desistía de su amor por aquel hombre sencillo, al que enviaba misivas arrojadas por laSigue leyendo «Hubo una vez…»

El divino jardín

!Oh, mi diosa Hera!, cuando ante mis extasiados ojos me abriste la puerta de tu escondido edén y desnudas vi las generosas florestas de tu pénsil, de pronto, me sentí como un bebé ansioso de esas maravillas lechosas. Fascinado en ese celestial vergel me recreé en el exuberante paisaje que ante mi mirada se mostraba.Sigue leyendo «El divino jardín»

El alumno aventajado (I parte)

Dijo el profesor de un Taller de Escritura: —Hoy quiero de vosotros una composición muy erótica. Así que pluma a la obra. Ahora bien, su extensión no podrá ser superior a un folio. Tendréis que condensar. Quedo impaciente por leer vuestras creaciones. Entonces, uno de los alumnos se despachó el blanco papel con la siguienteSigue leyendo «El alumno aventajado (I parte)»

La princesa compungida

Hubo una vez una Princesa que en un rincón de su alma se refugió en su Castillo Dolido, cerrando puertas y ventanas para gozar de total obscuridad. Llena de los dolorosos achaques de sus pensamientos rumiantes, la Princesa todos los dias, a todas las horas, dia y noche, como las cuentas de un rosario, asíSigue leyendo «La princesa compungida»

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