Encuentro de amor de la princesa renacida

Pasaron los días de la Princesa Renacida empleada en cuidar y embellecer su castillo edén de plantas y flores, y un día inesperado otra vez apareció su juglar tan solo para arrojarla una misiva escrita con tinta rosa en hoja del mismo color, desapareciendo al instante sin más. Era una cita de amor. Sin pensarlo,Sigue leyendo «Encuentro de amor de la princesa renacida»

La princesa apenada

Erase una vez una Princesa feliz encerrada en un enorme castillo de papel construido, piedra a piedra, ladrillo a ladrillo, teja a teja con letras, palabras y versos hermosos. La Princesa nunca se aburría ni sentía soledad en su palacio lírico, por lo que dia tras dias se entretenia en hacer más y más estanciasSigue leyendo «La princesa apenada»

Desnuda confesión de un pintor

Estaba escrito que yo tendría que pintar desnuda a aquella bella dama desde el mismo momento que nos conocimos, pues no solo no fue nada indiferente a mi presencia sino que no despreció ninguna ocasión de insinuarse, con finura y elegacia, destacándome sus hermosos dones femeninos. Sí, siempre provocativa con posturas inocentes, resaltadas con escogidosSigue leyendo «Desnuda confesión de un pintor»

La princesa doliente

Había una vez una Princesa Doliente, tristemente olvidada en su castillo dorado, lleno de apenadas sombras que la acompañaban. Dolientes eran sus ojos de rosas ajadas, dolientes sus labios de rocíos pasados, doliente el bello jardín de su cuerpo otoñal, dolientes sus sueños perdidos, dolientes sus apagados deseos de cenizas ardientes, dolientes sus ilusiones encerradas,Sigue leyendo «La princesa doliente»

La princesa bígama

Cuentan que una Princesa de un lejano lugar se enamoró de un veterano juglar, aún cuando en un dedo de su mano exhibía un ostentoso anillo de oro, con un soberbio diamante, que denotaba que pertececía a su Señor feudal, unión a la que se vio obligada por los padres por su razón aristocrática, siendoSigue leyendo «La princesa bígama»

Cómo el creador hizo a la mujer

Se dijo el Todopoderoso: “Vamos a hacer ahora a la mujer y así podré descansar plácidamente 7 días» Como materia prima de su escultura tomó una porción de la Luna y la puso en el césped de una pradera de hierba tierna y húmeda, pues pensó que la mujer sería como ese astro blanco, refulgente,Sigue leyendo «Cómo el creador hizo a la mujer»

La princesa ardiente

Contaban que una vez, en el reino de un Principado, el día del cumpleaños de la Princesa, un juglar fue invitado a obsequiarla con unas canciones. La agraciada, casada con su Señor, siendo fémina nada joven sino de edad madura, no por ello carecía de muy atractiva hermosura. Sucedió que las baladas del poético trotacaminosSigue leyendo «La princesa ardiente»

La princesa otoñal

Dicen que hubo una vez, en un lugar lejano, una Princesa Otoñal enterrada en hojas secas y flores ajadas, en las penosas estancias de un castillo desvencijado, soberana descuidada de sí misma, que su vida entristecida sus días gastaba. Tendida en su cama de heno amarillo, rodeada de paja por el tiempo en su lechoSigue leyendo «La princesa otoñal»

La princesa encarcelada

En un castillo lejano tenía un Rey un jardín enrejado, con un sin fin de arbolado y verdores, donde vivía confinada una deliciosa flor, una Princesa a la que apenas el soberano señor prestaba atención. Princesa solitaria que mucho se amaba ya que que todos los días se decoraba con un sin fin de coloresSigue leyendo «La princesa encarcelada»

La Cenicienta desconfiada

Según una leyenda de amor y desamor que cuentan los viejos del lugar, una vez hubo un reino en aquella comarca que se extinguió por no tener vástagos un Príncipe soltero, muy mayor, que nunca encontró en su vida su consorte anhelada, a pesar de que le cortejaron bonitas y ricas princesas solteras de otrasSigue leyendo «La Cenicienta desconfiada»

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